Aquí en España no dimite ni Dios. Empezando con la nefasta Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, hasta el mismísimo presidente del Real Madrid, Ramón Calderón.
Esta mentalidad de macho ibérico (“de aquí no me mueve nadie”) ve en dimitir debilidad pero ignora que dimitir es una muestra de dignidad y honor hacia la institución que representa. Por ejemplo, como gesto de respeto hacia un presidente, un ministro se dimite para que su presidente no tenga que asumir la responsabilidad política de los errores cometidos por el ministerio. Del mismo modo el máximo responsable de una entidad o gobierno se dimite cuando al no hacer pone en peligro el honor e imagen de la institución que representa.
Hoy mismo, Ramón Calderón ha dicho que dimitir es de cobardes; pues que nos haga un favor a todos y sea cobarde.
Ya dimitió Eric, creo que deberías comentar la notica. Efectivamente….era un cobarde y tenía cosas que ocultar (Caderón dixit 15/01/09)
Efectivamente, como dijo el que dimite tiene cosas que ocultar. Pues, parece que las tuvo.