Como apenas duermo ni como desde que trabajo en FON, decidí pasarme el fin de semana con mi familia mallorquina. Es que en Mallorca con Manolo y su familia como y duermo mejor que en cualquier otro sitio del mundo (menos que en mi propia casa con mi familia genética). De hecho, siempre que me urge la necesidad de estar con “familia” o viajo a Mallorca o quedo en Madrid con Fernando y Amparo (los abuelos de mi ahijada).
El sábado llegué a Palma con todas las ganas del mundo de esconderme en la casa de Manolo y no hacer nada más que dormir. Pero al aterrizar me informó que teníamos una comida en Valldemosa, una paella (hecha por Jacqueline). Estuvo genial, pero a la vez fue una putada porque don Tito (mi padre mallorquín) estaba preparando uno de sus arroces brut tan espectaculares. Menos mal que Tito me guardó un plato para mi.
Este domingo teníamos el bautizo de la hija de Moncho (uno de los amigos de Manolo). Así me tocó otra comida grande. En fin, al final he dormido poco pero me he puesto como un oso comiendo sin parar. A ver si Neta me deja llevar unos crespells para Madrid.
Que bueno es reponer fuerzas con una pequeña escapada a Mallorca. Además desde hace tiempo que les debía una visita.
Una pequeña nota sobre la Rose Superstar: ganó ayer el Estudiantes jugando en Leon. La semana que viene juega en Madrid. Así me pondré la camiseta número 10 y acudiré al Magariños.
Grave Error 
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